lunes, 17 de noviembre de 2008

En los ojos de un gato...

 

Esta entrada va dedicada a Keroberus, gracias por el dibujo ^^

"¿Qué pecado cometió la lluvia para estar condenada a llorar para siempre?"

Pensamientos como ese se le pasaban por la cabeza mientras deambulaba por una ciudad empapada. Caminaba sin rumbo, sin ningún motivo urgente o importante. Simplemente le gustaba el sonido de las gotas sobre el paraguas y el frescor de las calles vacías.

Anonadada con el tintineo apenas distinguía lo que tenía delante. De vez en cuando pasaban personas aceleradas y coches a la carrera, deseando ser los primeros en llegar a un lugar un poco menos húmedo.

Y, entre toda esa prisa, la lluvia seguía cayendo sobre ella, calmada.

En uno de los momentos en los que, inevitablemente, la conciencia humana te devuelve a la realidad, se dio cuenta de que algo había conseguido escapar de ese frenético ritmo por huir y refugiarse. A unos pocos metros de ella un gato negro la observaba.

Al principio, este pensamiento se le hizo absurdo, pero no tardó en darse cuenta de que no solo el gato la observaba. Ella lo observaba a él. Estaba empapado, al igual que lo estaba ella, y la miraba con unos ojos brillantes y, por qué no, curiosos.

A la escasa luz de una farola, y a pesar de la cortina cristalina que los separaba, consiguió vislumbrar su reflejo en aquellos espejos azules y, por un momento, se vio a sí misma en otro lugar. Lejos de la lluvia y del ruido, lejos de todo aquello que conocía, lejos...

Apenas unos momentos después, el gato sonrió y desapareció. O al menos, así lo recuerda ella...

Años más tarde, alguien le diría que a través de los ojos de un gato negro puede verse el más allá....