miércoles, 7 de enero de 2009

Nunca Jamás



Podría haber escrito esto el dia uno de este año que empieza para desearos a todos con unas bonitas palabras unos 365 dias muy felices. Pero soy más de los que piensan que las palabras no tienen sentido sin acciones que las secunden. Soy más de la opinión de que es mucho mejor hacer que desear. Así que transformare esas pocas palabras a comienzo de año en conversaciones, risas, tonterias y bromas varias mucho mejor repartidas.

No era así como tenía pensado empezar. Quería hacer una reflexión sonbre algo bastante simple. Cuando hablas con la gente, enseguida tachan la navidad de una fiesta absurda y consumista. En parte tienen razón, ya casi nadie entiende la navidad como lo que es, una fiesta religiosa. Pero yo quería incidir más bien en la cuestión de los regalos, concretando más, en la de recibirlos. 

Después de llevar ya un tiempo en el bando de los reyes magos, comprando y preparando todo a última hora, no se puede reprimir una sonrisa cuando llega la noche y te encuentras un paquete que lleva tu nombre, que no esperabas y que no habías puesto ahí. Lo que haya dentro puede gustarte más o menos, yo hablo del momento inesperado en el que te das cuenta de que también hay lugar para ti en una fantasía que en principio sólo es para los niños.

¿Cuándo dejamos de ser niños? Demasiadas obligaciones hacen que el sentimiento infantil vaya enterrandose poco a poco. Siempre hay demasiadas cosas que hacer, no hay tiempo para la ilusión, no hay tiempo para ser niño. No hay tiempo. 

Hay un lugar en el que el tiempo no existe, un lugar que se mantiene vivo en la imaginación y muere cuando lo olvidamos... 

No dejeis que desaparezca.
 
Feliz No Cumpleaños